Celebración festiva

Desde que el hombre comenzó a organizar la espiritualidad mediante las religiones, encontramos en todas ellas rituales de lo mas variopintos, los cuales en algunas ocasiones pueden hasta servir de medios para que la persona se humanice y sensibilice con quienes le rodean, pero desgraciadamente, la mayoría de las veces no es así.


El cristianismo es una de ellas; se mide la fe por el cumplimiento de normas, (ir a misa, recibir los sacramentos, asistir a celebraciones litúrgicas etc. etc...) y por más que se las den de abiertos, los curas en general, no entienden que una persona se llame cristiana si no va a misa los domingos, o se "fuma" los sacramentos.


Yo me vuelvo a remitir al Evangelio para creer en el único sacramento del Amor, y para celebrar la muerte y resurrección de Jesús desde la vida misma, en la que se muere cuando no se siente el amor y se resucita cuando éste regenera.


De esta forma me gustaría celebrar muchas Eucaristías, que nada tendrían que ver con las misas de los domingos, celebraciones con reuniones de amigos/as, que compartan el espíritu del bien, se comprometan socialmente y degustando juntos una cena o comida recordar aquella despedida de Jesús, que como era costumbre igual que lo es ahora, quiso reunirse alrededor de una mesa para despedirse de su amigos.


Pues bien; de algo tan humano entrañable y natural, hemos hecho un rito despersonalizado y frío: Es como si cuando nos reunimos con los amigos, tuviéramos que repetir las mismas expresiones, los mismos gestos y recitar juntos una serie de frasecitas aprendidas. ¿qué clase de relación sería esa? sistematizada, monótona y aburrida, estudiada y carente de expontaneidad. Yo no podría llamar a eso "amistad" "relación entre amigos/as", sino más bien una "cosa rara" que no sabría definir.


A mí me encantaría reunirme con personas que compartan los ideales del Evangelio, en locales acogedores, en donde la misma posición de círculo nos posibilitara el diálogo entre todos, empezando por lecturas de significado profundo en torno a la ideología de Jesús, charlar sobre los aspectos positivos o negativos para estímulo de unos y reanimación de otros, dando paso después, al hecho de compartir "el pan" osea, la comida, recordando que en ello nos va la Vida, porque estemos dispuestos/as a compartir económica moral y afectivamente con quien lo necesite.


Ésta y no otra, interpreto yo que fue la intención de Jesús al decir que lo hicieramos en su memoria. Así le gustaría que le recordásemos, como amistad personal que se relaciona, sin formulismos que ahuyenten la autenticidad de la relación.


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