Author: Salomé on
sábado, 8 de enero de 2011
Busco la manera de llegar a la juventud para porder entregarles el testigo de algo que da sentido a la existencia, al sufrimiento y la alegría, pero que nada tiene que ver con el afán de posesión, sino más bien al contrario, disfrutar y tener libertad por el encuentro de una riqueza espiritual, por medio de la cual todo recobra nuevo y eterno sentido, novedad diaria en la alegría de cada nuevo amanecer.
Es un medio imprescindible para remontar la depresión, y el fracaso. Es ponerse en camino hacia un "no sé qué, que se halla por ventura"
( S. Juan de la Cruz)
Tal hallazgo, no es otra cosa que la búsqueda, que a su vez ya es posesión, convierte el quehacer diario en un constante enamoramiento.
Sabemos lo que supone estar enamorado, cambia la mirada, los objetivos, y se es capaz de todo con tal de no perder ese sentimiento, esa persona.
Este es el Espíritu de un Dios que se ha personalizado para demostrar su existencia y el deseo de comunicarse a la humanidad, afirmando que él era hijo de Dios, nosotros somos hijos de Dios, "en Él nos movemos y existimos" si tienes paciencia puedes leer estas experiencias de diferentes personas que no tuvieron comunicación entre sí y que pertenecen a diferentes épocas, en las que coincide perfectamente el mismo sentir.
En toda la escritura desde el A. Testamento se encuentran estas manifestaciones;
En el libro del profeta Daniel, 2, 21-23;
"Da a los sabios sabiduría y ciencia a los que saben discernir;
Él revela honduras y secretos, conoce lo que ocultan las tinieblas y la luz mora junto a Él. A ti, Dios de mis padres, doy gracias y alabo porque me has concedido saber e inteligencia, y ahora has manifestado lo que te habíamos pedido".
"Al cabo del tiempo fijado, yo Nabucodonosor, levanté los ojos al cielo y la razón volvió a mí; entonces, bendije al altísimo, alabando y exaltando al que vive eternamente, cuyo imperio es un imperio eterno, y cuyo reino dura por todas las generaciones" (4, 31)
Del profeta Jeremías, 20, 9;
"La palabra de Yahvéh ha sido para mí oprobio y befa cotidiana. Yo decía "no volveré a recordarlo, ni hablaré más en su nombre", pero había en mi corazón algo así como fuego ardiente, prendido en mis huesos y aunque yo trabajaba por ahogarlo, no podía"
Job 42, 5-6;
"Yo te conocía sólo de oídas, más ahora te han visto mis ojos, por eso retracto mis palabras, me arrepiento en el polvo y la ceniza".
Del profeta Baruc, 4,4
"Felices somos Israel, pues lo que agrada al Señor nos ha sido revelado"
En el libro del Eclesiástico 3, 23;
"En lo que excede a tus obras no te fatigues, pues más de lo que alcanza la inteligencia humana se te ha mostrado ya".
Del libro del Apocalipsis 2, 17;
"El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias: al vencedor le daré maná escondido; le daré también una piedrecita blanca, y grabado en la piedrecita, un nombre nuevo que nadie conoce sino el que lo recibe"
Del Evangelio de Juan, 8, 31-32;
"Si os mantenéis fieles a mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres".
De la segunda carta de S. Pablo a los Corintios 12, 2-3;
"Sé de un hombre en Cristo, si en el cuerpo o fuera del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe, fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y sé que este hombre, en el cuerpo o fuera del cuerpo, no lo sé, fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede pronunciar. De este tal me gloriaré"
De S. Pablo a los Gálatas 1, 11-12;
"Porque os hago saber hermanos, que el Evangelio anunciado por mí, no es cosa de hombres. Pues yo no lo recibí ni aprendí de hombre alguno sino por revelación de Jesucristo".
De los escritos de Santa Teresa;
"Particularmente el entendimiento, anda sobrecogido "espantado", mirando de entender algo de lo que Dios hace y comunica. Comunicación desbordante.
Ni el alma tiene para poder comunicar aquel gozo. Más bien se entiende en la obra de las mercedes, que ha sido grande la claridad del sol que ha estado allí, la certeza absoluta de que Dios está presente en el interior de la persona. De manera que cuando torna de sí, en ninguna manera puede dudar que estuvo en Dios y Dios en ella... Una certidumbre en el alma que sólo Dios la puede poner".
De Ignacio de Loyola;
"Un buen día cuando S. Ignacio se dirigía a una iglesia situada a poco más de una milla de Manresa, por camino paralelo al río Cardoner, se sentó a descansar un rato. De pronto estando allí sentado, se le abrieron los ojos de la mente; aunque no tenía imágenes visuales, entendió y conoció muchas cosas, relativas a la fe y la teología, y tan poderosa fue aquella iluminación, que todo le pareció nuevo. Su entendimiento quedó inundado de gran claridad. Mucho más tarde diría que en toda su vida no creía haber alcanzado tanto como de aquella vez sola" .
Gandhi;
"Cuando se produce una toma de conciencia fuera de los sentidos, es inefable, se demuestra no por una prueba extraña sino en la transformación de la conducta y el caracter de quienes han sentido la presencia real de Dios dentro de sí.
Una vez oí algo así como una Voz lejana, y sin embargo bastante cercana. Era tan inconfundible como una voz humana; me hablaba claramente y era irresistible. En el momento en que escuché la voz, no estaba soñando. La escucha de la Voz estuvo precedida de una terrible lucha dentro de mí. De pronto la Voz me habló. Escuché, me cercioré de que era la Voz, y la lucha cesó. Me quedé tranquilo. La alegría me invadió. Sucedió entre las 11 y las 12 de la noche. Me sentí renovado y empecé a escribir acerca de esta experiencia. Me han preguntado si podría aportar alguna prueba de que aquello que escuché era la Voz y no un eco de mi imaginación desbordada. No tengo ninguna prueba para convencer al escéptico, que es libre de pensar que todo fue un autoengaño o alucinación. Quizá fue así, no puedo demostrar lo contrario. Pero sí puedo decir, que ni siquiera el veredicto unánime de todo el mundo contra mí, podrá apartarme de la creencia según la cual lo que oí fue la verdadera Voz de Dios".
Angel Moreno:
El oirse llamado por el Maestro, es una experiencia que no se puede poseer; no se puede apresar. Vivirás en la memoria del acontecimiento, habrá quedado impresa en tu alma la experiencia, te marcará para siempre su recuerdo, nadie podrá arrebatarte la verdad sentida. Aunque no puedas demostrarla, tú sabes que es verdad, aunque no la puedas atrapar. Te acontece por un instante y es suficiente. La experiencia íntima de Dios no se posee, acontece".
Javier Garrido;
"El que ha tenido la experiencia fundante, sabe que no se trata de retórica, sino de algo muy real. Se trata de una vida nueva. La obtuve yo por pura misericordia de Dios, a los 22 años, y desde entonces mi vida tiene un antes y un después. He encontrado una paz que permanece en medio de mis miedos, culpabilidades, afanes... se me dio cambiar la mirada y todo es distinto. El encuentro con Jesús por la fe, trasciende toda sabiduría religiosa"
Hans Küng:
"De pronto, en medio de una conversación me asalta una idea (no me gusta hablar de "iluminación"), fue una vivencia espiritual. En tal caso, esa percepción intuitiva no me vino sin más de la persona con la que hablaba, ni tampoco era producto de una elaboración conceptual mía. Me vino de repente, desde lo más profundo de mi yo, ¿desde fuera, desde arriba? y me doy cuenta de que lo que se me pide es una opción fundamental "el arrojo de confiar. Veo que esta extraña experiencia me llenó de resuelta alegría. Es libertad vivida y realizada. Ahí está la solución, yo la he vivido. No ha cambiado la realidad del mundo y de mí mismo; sólo mi actitud básica al respecto.
Pero también sé y es para mí importante, que esta confianza básica no es irracional, puede someterse a examen, cierto, que como la vivencia básica del amor o de la esperanza, no puede ser demostrada con argumentos ni tampoco sacarse como conclusión. La confianza básica, no puede ser probada como premisa antes de mi decisión ni tampoco como conclusión después de ella. No; sólo puede vivirse como absolutamente plena de sentido, y racional en la realización de mi decisión, en el acto mismo de confiar. Me recuerda esto mi lago; que el agua mantenga mi cuerpo, que me sostenga a mí, no puede experimentarse con un curso de natación en seco por bueno que sea; sino sólo nadando; sin el arrojo de entregarme a la realidad del agua, nunca sentiré que ella me está llevando también a mí, aquí y ahora."
Se podrían seguir citando infinidad de testimonios en los que siempre hay una nota común, una experiencia intrasferible, no recibida de prendizaje alguno, sino por puro regalo del Espíritu, que hace cambiar la mirada, las actitudes en consecuencia la vida entera.
¿Cómo llegar a quienes no tienen futuro por las circunstancias que sea, para hablarles de otras realidades llenas de ilusión y contenido y que saltan hasta la vida eterna?. Sólo sería cuestión de querer buscar en otros lugares que no fueran la pura satifacción física, el poder, el dinero etc. etc., ahí comenzaría el encuentro. Yo invito a hacer la experiencia, sólo es cuestión de querer.
Nada tiene esto que ver con la religión, ella no es Dios. Dios es un ser supremo que como hemos visto se manifiesta como experiencia, y que sobrepasa nuestro entendimiento, pero que deja una certeza inconfundible de Amor y eternidad
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