En este tiempo tan difícil que nos está tocando vivir, volverán a surgir "profetas" como ocurría en la historia de nuestros antepasados, cuando alguien tenía la osadía de "leerle la cartilla" al poderoso que abusaba del pueblo y se dedicaba a acumular riquezas; ¿Quién es el/la profeta?; lo define muy bien la "Biblia de nuestro pueblo", "La persona libre, independiente del poder y de una profunda y gran experiencia de Dios".

La historia se repite cuando quienes están en el poder pierden los principales valores
éticos, morales y espirituales, si es que alguna vez los tuvieron; este resultado es lógico cuando la persona sigue su propio espíritu al margen de lo humano, espiritual, ecológico, democrático y solidario.

Dice Jesús el del Evangelio "Lo que hicisteis a uno de estos a mí me lo hicisteis" "Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, estuve enfermo y me visitásteis".

Los/las creyentes, hemos aprendido de Jesús quién  es Dios; es todo lo que humaniza, y vivifica, acompaña y comparte, libera y ama, valores que por otra parte, pueden darse en toda persona, sea agnóstica o creyente, sólo basta un mínimo de solidaridad y afecto.

No cabe duda que surgirán nuevos/as profetas, ya se dejan ver algunos/as que cumplen los requisitos; son libres, independientes del poder y de una gran profundidad espiritual; No son violentos/as, pero se enfrentan de alguna forma, no actuan por sus propios intereses sino por el beneficio de todos/as, están de parte de los/las más pobres y necesitados/as.

A estos/as líderes generalmente se les trata de acallar, son muy molestos/as y echan en cara lo que se hace mal, en ocasiones se les maltrata, detiene o se les mata. ¿De qué lado vamos a estar?...

Es hora de definirse, esto es una guerra, pues cuando se empobrece al pueblo hasta el extremo, se le puede dominar y quedarse con el botín, es lo que hoy está ocurriendo, quienes provocan estas situaciones cometen actos de criminalidad, ¿donde está la diferencia entre la anterior dictadura y la actuación de los poderosos
 hoy?.

Y el gobierno actual se declara creyente, me pregunto ¿en qué creen? porque si es en Jesús y en Dios a través de él, no encuentro ningún parecido en sus actitudes, ellos que tienen las posibilidades a su alcance, miran hacia otro lado y llaman a los pobres "problemas excluyentes".

Yo, que me considero creyente, no me solidarizo con esa fe, y aunque cometa "actos" recriminatorios, mi "actitud" deberá ser coherente con lo que digo creer, no quisiera que se me identificara con una jerarquía piramidal de "ordeno y mando" patriarcal, porque excluye a las mujeres, y antidemocrática porque no participa de los problemas del pueblo.

Creo en un Dios que habita en la persona, que le da una conciencia (espíritu) para distinguir lo bueno de lo malo y por tanto lo "sagrado" es la persona.

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