Quien busca a Dios dentro de las antiguas observancias de las leyes, no lo reconocerá en la humanidad.
Quien desea mantener el género literario para afirmar su nacimiento, quedará defraudado.
Quienes vuelven nostálgicamente al pasado, como los/as que después de Jesús se mantenían en la ley de Moisés, es que no lo reconocen como Mesías, y quedan fuera del Amor.
El pasado negativo del hombre queda borrado cada vez que nos adherimos al Amor, reahabilitados, empezamos una nueva vida.
Actualizar el nacimiento de Jesús, es reconocerle hoy en los demás, comprometerse en generosidad, paciencia, respeto, y acompañamiento.
Él está en todo y en todos, por lo que la persona es "sagrada" y merece toda dignidad.
La tradición se puede mantener como hecho cultural, pero jamás deberá confundirse con su significado totalmente contrario al consumismo, que encuentra su apoyo en dicha tradición.
No nos engañemos, la natividad de Jesús, no es pretexto para el derroche, pasando de largo ante las necesidades de mi "próximo".
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